miércoles, 15 de diciembre de 2010

encebollado

y cocinando, meticulodamente trabajando sobre una cebolla, me rio... me rio sobre la cebolla (este pobre vegetal q ahora, a mitad de cortar, se acomoda sobre la tabla de picar para verme mejor), y pienso:
que si me rio de esta cebolla (aquel vegetal del que les contaba antes aun muy bien acomodado sobre la tabla) es porque me veo (pero no a travez de los ojos de la cebolla) cortar, cocinar, pero ahora con esmero. Un esmero desconocido a mi. Un esmero pues quiero comer bien. Y el decir "bien" me lleva a Espanha, a unos momentos increibles por el norte de ella, y estos momentos me llevan a la gente que conoci, y entre ellos, un italiano. Un italiano que tambien se esmeraba sobre una cebolla (probablemente una segunda-tia-sobrina de esta mia) y al recordar su cara, sonrio...
un circulo entero...
y me rio aun mas pues no importa la cantidad, suma, importe que esa cosa que llamamos espacio-tiempo de a nuestra distancia, aun el sigue aqui (con o sin su cebolla) pero con todo el bien que me dio. Y como el, todos ustedes. Pues son ustedes a los que escribo. Uds, si. Y si quieren tambien traigan sus cebollas (mas les advierto que somos ya bastantes en este espacio sin tiempo y queda poco para cebollas) son uds. los que me hacen sonreir, no, son uds con los que sonrio....
Y miro al cuarto de al lado y veo a mi roommate, a mi Mundo (que asi se llama) y que por cierto no come cebolla, y pienso cuanto con él tambien sonreiré en lo por venir....
-gracias a la vida-


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