y así, medio despierto, me suben a un coche. No sé si fue medio azul o medio púrpura, lo que sí sé es que fue totalmente destartalado. Me aprietan contra un asiento con una cosa así como de cuero negro. Oigo un hombre desconocido que grita: partimos!!
luego de 3 segundos el arriba se me confunde con la izquierda y el abajo con el detrás . Por más rápido que vamos no podemos dejar atrás a los alaridos de María. Pareciera que la persistencia la llevan ellos también :)
y yo que pensaba que el lodo era lo más divertido
y tu que decías que los chanchos no vuelan...
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