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Se le da un último vistazo y nos vamos adentrando por lo verde: camino a la Selva vamos.
El camino a Machu Picchu será adentrarse más y más por la Ceja de Selva. Pero no será este Apu el que nos lleve, debemos buscar otro camino. Subimos hasta casi la punta y luego empezamos a bordearlo hasta que nuestros ojos se detienen frente a un viejo conocido: El Apurimac nos saluda desde abajo. Y hacia el vamos. Bajar hasta sus huestes, hasta donde las faldas de estos bellos cerros se bañan con las mismas aguas… para luego, subir. A veces (muchas veces) quisiese poder volar... o por lo menos saltar muy muy largo….
El camino a Machu Picchu será adentrarse más y más por la Ceja de Selva. Pero no será este Apu el que nos lleve, debemos buscar otro camino. Subimos hasta casi la punta y luego empezamos a bordearlo hasta que nuestros ojos se detienen frente a un viejo conocido: El Apurimac nos saluda desde abajo. Y hacia el vamos. Bajar hasta sus huestes, hasta donde las faldas de estos bellos cerros se bañan con las mismas aguas… para luego, subir. A veces (muchas veces) quisiese poder volar... o por lo menos saltar muy muy largo….
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