martes, 30 de junio de 2009

Y Eolo sigue en su afan de aguarme la vida. 9 dias seguidos d lluvia incansable no solo me dificultan disfrutar el Danubio pero tajantemente me alejan d sus (ahora) anegados senderos.
Dejo Bratislava, aquella pequenha belleza gotica, para adentrarme en Austria y sus rutas de bicicleta. Magnifico. Mientras dura. Luego de un par de horas de sublime pedaleada me encuentro con caminos cerrados. Las aguas han subido en demasia e inundan los senderos. Ahora me veo forzado a compartir puesto con automobiles. Habran esporadicos goces de "soledad ciclista" en senderos de ripio pero seran solo eso: esporadicos....
mas no hay cantidad de agua que pueda cubrir la magnanimidad de Viena ni la calurosa bienvenida de Linz...



Fate will have me to stay in Linz on the 20th anniversary of the fall of the curtain wall (and the day of Michael's death) Stories of friends separating, friendships that fill up a lunch table around italian dishes with an austrian flavor. Truly unexpected hosts: the parents of some people I met over a month ago when in Croatia. Truly a small, and wonderfull, world.
A barbecue, a scout party and a no-show bus give the last bell tolls to this trip... A train takes me across at superspeeds across 1000kms in hopes we can move faster than the rain can, eheh.
llego esta noche a Ginebra y manhana solo 190kms me separan de lo incierto... serà acaso a la casa numero 7 calle melancolia?

No hay comentarios.: