sábado, 3 de diciembre de 2011

Matri - Más sabe el Diablo por Viejo.....

Son esas las palabras que resuenan para mis adentros: "viejo yo? viejos los cerros! Además, más sabe el diablo por viejo que por diablo..." como reíamos al verlo ponerse morado al Cachito explicándonos la diferencia entre vejez y experiencia. Reiría él también hoy al ver a uno de "sus" compadrones (otro país, otros tiempo, pero sin duda es uno de sus compadres) hacernos "cholitos". 


Para que negarlo, mucho saben los viejos.... 

En pleno matrimonio, entre tanta gente, tantas parejas bien vestidas, tantas niñas lindas y tantos varones buen mozos, a la tela, al acecho, al pespunte, entre todos estos, desde el arranquín se siente la presencia del que todo lo gobierna, del cabecilla. Caminando como dueño del lugar, mandando a su gente aquí y allá, a hacer esto, a traer el otro, es todo un capo. Y se mueve así pues es la experiencia lo que lo hace moverse, bien adentros en sus 60s estaría.
Canta, toca y baila como ninguno en el salón.

Dos horas en la fiesta y el baile se nos mete. Entra por el cogote y se acomoda en los pies. Difícil de resistirse pero no es simplemente mandarse, hay que saber como hacerlo. Y de quien aprender sino del capo, de aquel cabecilla que cada cabeza hace girar...
Nos acercamos. Pedimos permiso para conversarle (desde luego, así nomas no se le acerca). Le explicamos la situación: "¿nos enseña a bailar?" Y de seguro que asintió, no sin antes darnos la historia del baile, de la tradición, de lo importante que es seguir estas tradiciones y de como le invade la pena al ver que poco a poco estas se van perdiendo en sucesivas generaciones. "Pero si tradición es mi segundo nombre" dice uno de los nuestros, y se dispuso a quitarse los zapatos para bailar como ya nos lo había indicado.


El Don nos mira, y agrega que esa es la "nueva" tradición, la verdadera es a pie desnudo. Ni corto ni perezoso, ese de los nuestros se saca primero la media izquierda y luego la derecha y acto seguido salta a la pista de baile. Y que baile que dió, un tremendo show, digno de cada aplauso que le arrancó al público: Izquierda, derecha, finta, derecha de nuevo, vueltita, una finta más, amague, doble amague, izquierda, saltito... p-a-p-á que buena...
pero casi mejor fue verlo al abuelo, doblado en dos de la risa, al habernos echo creer eso de pie desnudo.
Os lo repito "Más sabe el Diablo por viejo que por diablo"....


¡Cómo estarías riendo tú tambien por allá Cachito!!

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